Hola buenas tardes
Hoy es un día especial para mi ya que estrenamos una nueva sección.
Lo primero que quiero hacer es dar las gracias a mi niñas ARI “sois
geniales chicas” y me lo paso genial con vosotras. Pero a lo que
iba como os decía hoy presentamos una nueva sección a la que os
invito a entrar Tardes de café y buena compañía.
Me encuentro aquí con una taza de buen café junto Juani Hernández
(escritora de la serie extrarradio), Ángel y Sofía protagonistas de
Lagrimas de Ángel.
Los e invitado a esta tarde de café para poder someterlos a un
tercer grado y que podáis conocerlos un poco más así que pasamos
directos al interrogatorio.
Mi primera pregunta es directamente para Juani la cual veo que esta
algo nerviosa pero estoy segura de que pronto se le pasara por que
estamos aquí para pasarlo bien.
Me gustaría que te dieras a conocer un poquito más dinos tres
virtudes y tres defectos que te definan.
Virtudes:Uffff esto se me da fatal,
habría que preguntarle a la gente que me conoce. Tal vez,
extrovertida, siempre intento ayudar a mis amigos… no sé
Defectos: Impuntual, confiada y generosa (lo
pongo como defecto porque me paso de tonta)
Me voy a arriesgar y te voy a decir que lo que
tu ves como defectos a mis ojos son grandes virtudes cielo así que
no cambies.
Tengo mucha curiosidad por saber ¿Como surgió
la serie extrarradio?
Juani: Después de la saga de los Lagos, quería
cambiar de registro, pasar a la contemporánea, y viniendo de un
universo inventado como el de la saga, pues quería algo más cercano
a mí; y tanto porque parte de la acción de la serie Extrarradio se
desarrolla en mi pueblo. Y bueno, tú que has leído “lágrimas de
ángel”, la escena en la que Ángel empieza el instituto y la
profesora de plástica les ponía la radio, pues es verídica. Yo
hice mis prácticas del CAP cuando terminé arquitectura en el
instituto del Barrio del Cristo (donde vive Ángel) y mi tutora, la
profesora de plástica, usaba esa técnica con los chavales, y era
infalible. Había muchos “Ángel” en esa aula, y fue una
experiencia enriquecedora para mí y, luego, inspiradora.
Lo que yo imaginaba (risas) estaba segura que
esta novela tenia vivencias tuyas, que no todas pero es algo que
logra una cercanía y me encanta.
Ahora dime ¿de donde viene tu pasión por
escribir?
Pues como terapia. Tuve un accidente doméstico
a finales de 2008 que me ha fastidiado el brazo de por vida. Soy
arquitecta y, entre operaciones y rehabilitación, me alejé de mi
profesión y fue muy duro. Escribir me supuso una vía de escape
además de (con mesura aunque a veces no me controlo) una excusa
perfecta para ejercitarlo. A la gente que me leía, le gustaba, así
que, en diciembre de 2013, me lancé al desconocido mundo de la
autopublicación. Y creo que no me ha ido mal. Los lectores deciden
;)
Pues no me queda más que dar las gracias a
esas lectoras que te animaron a seguir por que gracias a ellas yo he
tenido el placer de poder leerte y ni dudes en que lo haces genial y
que no consentiré que lo dejes (risas)
Cuéntanos... ¿de donde salen tus historias y
que te inspira?
Pues directas del corazón, ni más ni menos.
Escribo sobre lo que me gusta y lo que me apetece, no me rijo por
modas o tendencias, de hecho, tú que me has leído sabes que no
estoy en esa onda. Pero tengo mis lectoras y siempre hay quien busca
algo distinto, y ahí estoy yo En
cuanto a la inspiración, pues cualquier cosa… ¡hasta de un sueño!
Sí, ni durmiendo me respetan las musas. De pronto una idea te cruza
la mente, sin más, y ahí tienes el germen para una historia.
Esas son las mejores cielo, las que salen del
corazón.
¿Tienes algún ritual? Si es así cuéntanos ¿cual es?
Va a ser una respuesta aburridísima (risas)
porque no tengo ninguno en especial. Bueno, que se duerman los
peques. Mis gafas, el walkie talkie (como yo le llamo) encendido por
si alguno se despierta, y a teclear.
Algún día te cuento los míos (más risas)
Y ahora damos paso a Ángel y Sofía que los
tengo a mi lado un poquito nerviosos.
Para empezar y que os relajéis describiros el uno al otro.
Preciosa ―dice Ángel, estrechando la mano de
Sofía por encima de la mesa, quien se echa a reír.
No esperaba menos ―bromea ella.
Bueno, eso es lo que salta a la vista ―admite
el cantante―, pero si he de destacar algo de ella es una tenacidad
que roza la obstinación. Qué cabezona es, Dios… ―resopla―.
Aunque es gracias a eso por lo que estamos juntos. Lleva trece años
luchando por nosotros, cosa que yo no hice.
Y, como verás, modesto es un rato largo ―me
dice Sofía, con una mueca de disconformidad―. Si él me hubiese
olvidado, por mucho que yo hubiera insistido, no habría servido de
nada. Y ha tenido mucho tiempo y ocasiones para pasar página.
Y así entraríamos en la eterna discusión ―me
anuncia Ángel, con una sonrisa socarrona.
Pues sí ―se ríe ella―, así que mejor me
centro en la pregunta… Decir que es guapo, sobra, aunque es cierto
que resulta chocante que el color de sus ojos le otorgue ese carisma
y ese atractivo enigmático para las mujeres, dicho sea de paso,
cuando en su día solo le trajo rechazo y más de una pelea.
La sonrisa de Ángel se ensancha, como un niño
travieso que se siente orgulloso de sus diabluras.
Ni se te ocurra contarle la historia de tus
heridas de guerra ―le advierte su novio, alzando un dedo.
No pensaba hacerlo ―replica, lanzándole un
beso al aire.
Payaso… Con la de cosas bonitas que iba a
decir de ti.
De pronto, Ángel la agarra por la nuca y tira
de ella para darle uno de esos besos de película que le harían
temblar las piernas a cualquier mujer. De hecho, Sofía se derrite
entre sus brazos.
¿Qué ibas a decir sobre mí? ―le susurra,
con esa mirada bicolor brillando por ella.
Sofía carraspea, mirándome apurada, y se pasa
un mechón por detrás de la oreja.
Pues que en estas semanas que estamos juntos ha
compensado con creces nuestro tiempo separados. ―La respuesta de
Ángel es pasarle el brazo por el cuello y acercarla para besar su
sien―. Me consiente, me respeta… es un hombre entregado, y en
todos los aspectos, porque como músico se da al cien por cien en el
escenario.
La verdad es que me alegro de que seas así de
tenaz—la miro sonriéndole—si no fueras así yo no habría tenido
la posibilidad de enamorarme de vuestra historia.
Ángel... háblanos del grupo.
Para nadie es un secreto que, antes de
pertenecer a Extrarradio, tocaba en el metro, en los parques… donde
me dejaran. Después de siete años, llegó el día en el que alguien
se fijó en mí, más allá del pobre chico que pedía limosna con su
guitarra. Toni se detuvo a escucharme, se presentó, y me invitó a
un café en un bar cercano. Ni me paré a pensarlo. Estaba tan
desesperado que creo que habría aceptado cualquier cosa, pero Toni
es un tío legal y me ofrecía cumplir mi sueño.
Veo que su expresión se llena de pesar al
hablarme de aquellos tiempos. Debieron ser duros…
Unos días después, acudí a la discográfica,
sin más compañía que la guitarra que Sofía me regaló, y allí,
en un estudio de grabación, me presentó a Darío y Raúl. He de
reconocer que fue un poco frío. Bueno… ―rectifica―. Darío es
un cachondo mental en cualquier situación, muy grave debe ser el
tema para que él esté serio, pero Raúl parecía que llevaba un
palo metido en el culo.
Sofía y yo nos echamos a reír al escucharlo.
Mejor pon que era un estirado o algo así o me
ganaré un buen mamporro ―me pide con genuino pavor―. En fin, yo
era el atormentado, y el acomplejado, al menos en ese primer
encuentro ―admite, tornándose su expresión seria―. Yo ya sabía
que Raúl había tenido cierta formación, y Darío, por su parte,
había pertenecido, ni más ni menos, que a la Real Filarmonía de
Galicia, ahí es nada, cuando yo no era más que un músico callejero
y autodidacta además. ¿Qué hacía yo con esos dos? ―exclama,
negando con la cabeza―. Sin apenas hablar entre nosotros, un
técnico de sonido nos pasó una partitura a cada uno; Toni, que nos
observaba desde la sala de control, quería saber cómo sonábamos
juntos… Me temblaban hasta las pestañas ―resopló―. Nunca
había tocado con nadie, pero escuché las baquetas de Darío
marcando el ritmo, y me lancé. Aún me entran escalofríos al
recordarlo, sobre todo al ver a Toni y los técnicos aplaudiendo en
la sala anexa: había sonado de puta madre ―sentencia con una gran
sonrisa―. Recuerdo que nos miramos entre nosotros y nos echamos a
reír, pues los tres teníamos el mismo temor, pero salir airosos de
esa experiencia fue el primer paso para afianzarnos como grupo y como
amigos.
Sofía... ¿cómo llevas su fama?
Por ahora bien porque ninguna groupie ha
venido a mi casa a hacer pintadas o pincharme las ruedas del coche
―bromea, haciendo reír a su novio, a quien le viene bien para
aliviar la tensión de la pregunta anterior―. Soy consciente de que
mi vida ha cambiado, de que puedo suscitar cierto interés, pero eso
es un daño colateral, por llamarlo de algún modo. Ángel ha
cumplido su sueño y yo me siento feliz de que lo comparta conmigo. Y
si eso incluye tener que darme de tortas con alguna fan, pues lo
haré. ―Se gira hacia él y le guiña el ojo.
No creo que llegue la sangre al río ―alega
sonriente, cruzado de brazos―. Creo que a todo el mundo le dejé
claro quién es la mujer de mi vida, ¿no?
Ahora es Sofía quien se inclina a darle un
sentido beso. Me sabe mal interrumpir, pero carraspeo para seguir con
la siguiente pregunta. ¿En algún momento dudasteis que todo saliera
como lo hizo?
Yo no tenía dudas porque ni siquiera lo
contemplaba como una posibilidad ―admite Ángel con rotundidad―.
Me marché para alejarla de mí, para no regresar a ella. Esa era mi
elección y tuve que hacer de tripas corazón para convivir con esa
carga a diario.
Y yo nunca me conformé del todo ―me responde
ella―. Cierto es que, cuando fui a buscarlo a Madrid, sin éxito,
decidí rehacer mi vida, pero fue un total fracaso porque lo buscaba
a él en los pocos hombres con los que estuve.
Observo que se miran cuando Sofía hace
referencia a las relaciones que tuvo en ausencia de Ángel. Sin
embargo, no veo reproche alguno en sus ojos, ni en los de él ni en
los de ella, a pesar de que el cantante tuvo sus escarceos y muchos
saltaron a la palestra.
Aunque sí que lo di por perdido de forma
definitiva cuando fui a aquella fiesta y lo vi con…
Pequeña, por favor, no lo digas ―le pide él,
profundamente mortificado, culpable.
Yo sé muy bien a qué se refiere porque aquel
beso con la modelo rubia, de la que ni recuerdo el nombre, fue
portada de varias revistas.
De acuerdo ―concuerda ella con una sonrisa
que lo tranquiliza―, pero gracias a Dios recapacitaste y volviste a
por mí.
Algo de divino hay ―admite él por lo bajo,
con risa queda―. Me refiero a que fue un milagro. Raúl lo llamó
“una reencarnación en vida”. Lo importante es que me aceptaste,
y antes de lo que pensaba. Creía que me harías sufrir un poco más.
No me des ideas ―bromea ella.
Y la conversación concluye con un dulce beso.
Chicos si pudierais ¿cambiaríais algo?¿el
que?
Por duro que suene, algo me dice que todo lo
que pasó, debía suceder así para poder estar hoy aquí ―me
relata Ángel―. Pero, sin duda, querría que Juancar siguiera con
nosotros.
Yo nos ahorraría el sufrimiento, todo. En el
resto, estoy de acuerdo con él ―me dice ella, y yo no insisto
porque entiendo que el tema es doloroso.
Para terminar (risas) y aunque me pesa por que
me encuentro muy a gusto con ellos... Juani cuéntame las novedades
que nos tienes preparadas y alguna anécdota de tu aventura
escribiendo Lagrimas de Ángel.
Pues fue muy divertido tener que documentarme
sobre mi propio pueblo. Las cosas han cambiado mucho en estos trece
años y no quería caer en ningún anacronismo y que luego vinieran
mis paisanos a pedirme cuentas. En cuanto a los adelantos, pues estoy
inmersa en la historia de Raúl y Diana que ya está muy adelantada,
y tengo pendiente el extra de la Saga de los Lagos que me pidieron
las lectoras, que será novela y que ya he empezado a desarrollar
también. Además, tengo por ahí alguna cosita más de la que no
quiero hablar todavía para no gafarla, y que espero que os guste. Y
terminada la entrevista, quiero aprovechar para agradecerte la
oportunidad que le estás dando a mis novelas, a mí como autora y
todo el apoyo que estás mostrando hacia mis compañeras ARI. Gracias
de corazón. Y a los lectores, que ojalá sigan ahí, disfrutando de
mis historias. Sin ellos, nada de esto tiene sentido. Muchísimos
besos y ¡¡¡¡feliz año 2016!!!!
Para mi ha sido una tarde increíble en muy
buena compañía.
Espero que disfrutéis con nosotros y declaro
antes de acabar este año que tantas alegrías me esta dando que me
declaro una groupie no solo de Jano y su música si no de la serie
extrarradio, de Lagrimas de Ángel y de Juani Hernández.
Feliz fin de año a todo@s
y espero veros una vez más antes de empezar este 2016
ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAa ajajaj me encantan las entrevistas a personajes!lo hace todo más real, como es para todas las lectoras y escritoras.
ResponderEliminarGracias cielo, me alegra mucho y me hace feliz que te guste
EliminarGenial entrevista!!! una idea muy original y muy cercana, lo q me he llegado a reír!! felicidades a las dos quedó genial!!!
ResponderEliminarLighling Tucker http://lighlingtucker.blogspot.com.es
Gracias amor la siguiente eres tu y mis niños Iby y Evan
EliminarMe encantan las entrevistas de May! Y la invitada Juani es bella!
ResponderEliminarBesos y espero la siguiente entrevista!
Gracias amor
EliminarMe ha encantado obsequiar a las lectoras con un pedacito más de ellos, espero que lo disfruten!!! Gracias por la oportunidad, guapa!!!
ResponderEliminarEl plcer a sido mio disfrutando de ti y de ellos ya sabes que adoro a esta pareja
EliminarMay excepcional entrevista.Como ya te han comentado es muy interesante conocer un poco más a los protagonistas de las novelas que tanto nos gustan ofreciendo sus propias opiniones y dejando que les conozcamos un poco más. Enhorabuena!!!!!
ResponderEliminarNo es que Roser se haya vuelto loca, es que compartimos cuenta, soy Yolanda. jejeje
Gracias Yolanda
EliminarMe ha gustado mucho la entrevista, muy real.
ResponderEliminarGracias cielo
EliminarMuy buena la entrevista.
ResponderEliminarBesos.
Me ha encantado, guapa, muy original, :)
ResponderEliminarGracias Elena
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