domingo, 30 de agosto de 2015

Reseña Encuéntrame


Hola chic@s.
Después de un tiempito algo retirada hoy vengo con una reseña y espero que pisando fuerte y no dejando pasar tantos días jajaja. Espero que no me lo tengáis en cuenta ya que yo os he echado de menos y mucho pero ya estoy por aquí.
Hoy os traigo Encuéntrame de Yunnen González.
Una muy buena amiga me recomendó que me apuntara al blog tour que la propia autora habia organizado y como soy una lectora compulsiva no me puede resistir poniéndome en contacto con esta increíble autora que no solo ha sido una grata sorpresa por lo agradable que es, sino por el talento que demuestra en su novela.
Sin más vueltas me lanzo a explicaros un poco.
Esta novela es auto-publicada aunque no es la primara que a escrito Yunnen, en su repertorio podemos encontrar la trilogía El despertar junto con varias novelas más. Admito que Encuéntrame es el primer libro que he leído de ella y que no va a ser el unico.
Yunnen tiene una forma fresca y juvenil de escribir, logra mantenerte pendiente de todos los detalles mientras vas pasando las paginas y desentrañando las aventuras por las que pasan sus personajes.
Bueno no os doy mucho más la lata y paso con la sinopsis.

Nathan Bates.
Londinense.
Actor dramático en rápido ascenso.


Nathan ha pasado los últimos años de su carrera bajo el lente de la fama, siendo amable con las admiradoras e ignorando a los paparazzi.
Una vida llena de seducción que cualquiera disfrutaría. Excepto Nathan, que ha tratado por todos los medios de tener una vida normal. Hasta que conoce a Alexandra Radcliffe, una universitaria que está a punto de terminar sus estudios universitarios y se considera a sí misma fan de Nathan.
La atracción es confusa y llena de malentendidos, pero el amor sabe encontrar su camino; y la fama sabe inmiscuirse para mostrarles cuál es el verdadero precio de ser famoso.
Ambos descubrirán que la fama puede ser su peor admiradora.
Opinión personal:
Admito que nada más empezar a leer y encontrarme con Nathan, ¡un actor famoso! Ufff no me gusto nada ya que Alexandra me habia caído muy bien y la verdad es que este tipo de situaciones no acaban muy bien pero seguí adelante, me lance en esta aventura junto a ella y no me ha decepcionado, si que ha habido momentos en los que he tenido unas tremendas ganas de comerme de un solo bocado a Yunnen pero eso es bueno al menos en lo que a mi se refiere, ya me conocéis, lo paso muy mal cuando a la escritora o escritor le da por hacer pasar a los personajes por mil y una putadas. Hay mas personajes que han conseguido hacerse un pequeño rinconcito en mi corazón como es la compañera y amiga de Alexandra, si hay más pero no os los nombro o puedo fastidiaros alguna que otra sorpresilla.
Espero que no dudéis en haceros con Encuéntrame ya que pasareis un buen rato en compañía de unos personajes entrañables, divertidos y frescos que os van a encantar y se ganaran vuestro cariño en menos de tres lineas como me ha pasado a mi.
Para terminar quiero darle las gracias a Yunnen por la oportunidad que me ha dado depositando su confianza en mi, espero de corazón que no sea la ultima vez que colaboremos juntas, lo he disfrutado mucho.
Besicos chicas.

jueves, 13 de agosto de 2015

Un solo mordisco

Tercera
parte










     Estoy sintiendo como sus manos me acarician la espalda, no puedo reaccionar, ¿cómo? Mi cuerpo esta loco de deseo por sentirlas acariciándome, estoy ardiendo y solo puedo pensar en que quiero que profundice, que se deje llevar dándome así la señal que todo en mi interior esta esperando con urgencia. Soy consciente de que escucha mis pensamientos pero mi mente no es capaz de reaccionar ante ello, lo más normal en mi sería ponerme colorada y alejarme de lo que esta sucediendo pero no, al contrario, lo deseo y no quiero que pare.
Me levantó colocando una de sus fuertes manos en mi trasero, pegándome con fuerza contra uno de los troncos de la encina para llevar su otra mano a mi pecho acariciándolo con urgencia. Pego su cuerpo al mío dejándome notar su necesidad. Dios me estoy volviendo loca, todo era tan...
Dilo Arisa —un gemido escapa de mis labios si no lo consientes pararé.
Yo...
Kadem separa sus labios de mi garganta y me mira a los ojos, no sé lo que ve pero me deja con cuidado que mis pies toquen el suelo ¿por qué para?¿qué ha visto? Seguramente se había dado cuenta del error que estaba cometiendo. Él es un hombre fuerte que ostenta un puesto de importancia y yo una persona cualquiera a la que habían mordido una noche, alguien a quien tenía que controlar para que no cometiera ninguna estupidez.
Una vez más me he dejado llevar por la ilusión, ese fue mi problema la primera vez y lo que me hizo cometer un error tras otro, ¿por qué iba a ser distinto esta vez? Yo no soy nadie importante y él tiene una familia a la que mantener y proteger.
No es lo que estas pensando.
¿No? Eso no es lo que me has demostrado, te has arrepentido.
Me giro hacia el árbol, no quiero que me mire, la vergüenza se apodera de mi, los ojos me escuecen, sé que no voy a ser capaz de retener las lágrimas que se están apoderando de mi, ya tengo la vista nublada por estas y siempre me pasa igual, la impotencia y la rabia no me permiten otra cosa que llorar. Me muero de ganas de salir corriendo, ¿a dónde? Dependo de él y su hospitalidad por eso que me tiene que suceder en unos días el dichoso cambio.
Todo lo que me esta pasando me supera, nunca he sido una persona fuerte, al contrario cuando algo me ha pasado y superado siempre he agachado la mirada y me he dejado guiar por los demás hasta que he encontrado el momento oportuno de poder salir huyendo. Eso es lo que estoy esperando en estos momentos, encontrar el instante de huir y no enfrentar todo lo que me hace sentir.
¿Cómo voy a luchar por alguien al que no conozco? El mismo no quiere nada conmigo, estaba oyendo mis pensamientos y se ha alejado. Las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas cuando los recuerdos me golpean con violencia.
Noto mi cuerpo temblando, las emociones se me están escapando de las manos, no entiendo por que reacciono así, no nos conocemos, no somos ni amigos, es la segunda vez que hablo con él desde esa noche pero no puedo controlar como mi corazón se acelera en su presencia, como me pican las manos por tocarlo y el fuego que recorre mi cuerpo por que me acaricie. La sensación de vacío que siento al mirarlo y la enorme necesidad de que se meta en mi interior.
¿Por qué me siento así?
Te dije que todo se intensificaba y contigo ahora es peor —posa sus manos en mis hombros girándome hacia él —estas a menos de cuarenta y ocho horas de tu primera transformación.
Entonces nada de esto es real —lo encaro mirándolo a esos ojos suyos que me tienen hipnotizada todo pasara en dos días.
No tiene por que ser asípude ver en sus ojos una chispa.
Tu lo has dicho, todo esto tiene que ver con la transformaciónlleva su mano a mi mejilla acariciándola, pendiente de mis palabras no sientes nada por mi.
¿Así lo crees?
Asiento a mi pesar.
Me estabas besando y...
Tu has dudado —soltó el aire, no me había dado cuenta de qué lo estaba reteniendo no quiero forzarte a nada, si crees que lo que estás sintiendo es por lo que te va a pasar, yo puedo entenderlo.
Sigues dándome la razón.
Mis piernas tiemblan con fuerza, me mantengo en pie por pura fuerza de voluntad, quiero escuchar lo que me dice, pero el miedo al camino que esta cogiendo esto me tiene aterrorizada.
Depender de nuevo de alguien y más concretamente de él, no puede evitar hacerme sentir esa alarma interior que me avisa, ¿pero de qué? A su lado me siento segura y más fuerte de lo que nunca me he sentido.
¡No! Esta vez no era como la anterior, en mi interior estaba segura de que él no me haría ningún daño. ¿Por qué tenía que ser de esta manera?, sentirme fuera de peligro junto a unos extraños, cuando toda mi vida me he sentido desprotegida, despreciada y desamparada junto a la que era mi familia; las personas que debían protegerme, cuidarme y amarme. Las lágrimas vuelven a empañar mis ojos y humedecer mis mejillas, los recuerdos me están matando y ya no puedo frenarlos. Siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas pero es inevitable, no podemos evitarlo y ¿cómo hacerlo?
Tan solo en unas semanas con ellos me he sentido como realmente soy, he vuelto a sonreír y he podido dormir tranquila, al principio solo me preguntaba como podía ser y por qué.
No sabes lo que me duele que te valores tan poco, Arisa —me agarra envolviéndome con sus brazos, las fuerzas me fallan —eres increíble, una mujer excepcional y no lo ves.
No me conoces de nada, Kadem.
No he dejado de observarte estas semanas y te aseguro que eres un libro abierto —se separa un poco y levanta mi mentón para que lo mire a los ojos eres cariñosa e increíblemente preciosa, siempre estas pendiente de los demás para ayudar en lo que te sea posible, ¿qué es lo que te han hecho? No entiendo por que no te quieres un poco más.
Hago lo que puedo sonr con desgana no es sencillo, más cuando has pasado toda tu vida sintiéndote un cero a la izquierda.
No me gusta que hables así de ti.
Cuando te pasas la vida entera escuchando ese tipo de cosas es ineviable nos sentamos una vez mas en las raíces de la encina .No todos podemos disfrutar de una familia que te da todo su amor de forma incondicional .No entiendo por que pero necesito contarlo, sincerarme por una vez , nunca fui una niña deseada, fui consciente de ello cuando tenía cuatro años y mi madre me gritó que me odiaba, que nunca tendría que haber nacido. Ella se quedó embarazada para enganchar a mi padre, el cual era un empresario con una increíble fortuna a su espalda. Y lo logró, pero su vida no fue tan bonita y glamurosa como ella creyó ya que, mi padre se casó con ella a la fuerza y nunca la amó. Ella solo fue una aventura pasajera. Al poco tiempo ella comenzó a beber, se excedía y dejaba en evidencia a mi padre, el cual se acostaba con toda mujer que se le cruzaba sin importarle si ella lo pillaba o no, pero nunca se separaron ya que la imagen era muy importante para la familia de mi padre, el cual cada vez era más infeliz y yo comencé a pagar sus frustraciones. Mi padre me pegaba palizas diarias ya que si yo no existiera él no tendría que estar atado a ella. Con el tiempo y los años todo iba empeorando y los ataques tanto físicos por parte de mi padre como los verbales por parte de ella empeoraron, y yo comencé a escaparme y aceptar cariño de cualquiera que fuera un poco cariñoso conmigo hasta que caí en manos de un cabrón que sabía bien de quien era hija.
Lo miro a los ojos esperando ver espanto, horror y lástima por lo que le estoy contando pero no es así. Hay paciencia y comprensión en el fondo, me agarra de la mano e insiste en que continúe.
¿Qué paso después?
Quedé embarazada, a esas alturas ya sabía que no lo amaba que tan solo me había dejado deslumbrar y engatusar por ese hombre pero ya era demasiado tarde. Él fue a hablar con mis padres contándoles que me había quedado embarazada y me obligaron a casarme con él —suspiro quitándome las lágrimas con el dorsal de mi mano libre ya que, la otra sigue entre las suyas dicen que los hijos siempre siguen los pasos de sus padres pero esa nunca fue mi intención. Les supliqué que no me obligaran a hacerlo, que no lo amaba pero de nada sirvió, como era de suponer nos mudamos a vivir a la gran casa de mi familia, y ahí fue cuando todo empeoró. Yo no lo amaba pero si deseaba a ese bebé que no tenía culpa de nada. Me centré en mi embarazo mientras mis padres solo nos despreciaban a los dos. La frustración se apoderó de él que no había conseguido nada de lo que había deseado y las palizas de mi padre fueron sustituidas por las de él que nunca miró por nuestro hijo. Un día vino completamente borracho y me dio tal paliza que perdía al bebé. Estuve durante meses en un hospital sola, nadie vino a cuidar de mi y tras pensarlo mucho y armándome de valor, me escapé de ese sitio y me oculté durante meses viviendo en la calle hasta que conseguí un trabajo.
Saliste de eso tú sola Arisa, eres fuerte, más de lo que quieres ver —me acaricia el rostro cualquiera que pasara por lo mismo se hubiera vuelto loco.
¿Y qué te dice que no lo estoy?
No ves las cosas con claridad —me sonríe y yo le correspondo sin que la felicidad llegue a mis ojos todo por lo que has pasado te ha hecho la persona más fuerte que he visto en mi vida, no entendía por que te habías tomado lo que te pasó con tanta calma, ahora lo entiendo.
No deja de sonreír y yo sigo sin entender por qué lo hace. Yo no puedo ver las cosas como él pero algo en lo que me dice logra encender una pequeña luz de esperanza. Todos ellos habían confiado en mi desde el primer momento, me habían abierto las puertas de su hogar y me apoyaban sin pedir nada a cambio.
Sabía que tenía que empezar a confiar en mi misma, si no lo hacía yo nadie más lo haría y esta era una ocasión tan buena como cualquier otra, ya no estaba sola y era plenamente consciente de ello.
¿De verdad ves eso en mi?
Veo mucho más, pero por mucho que yo te lo diga has de verlo tu misma.
¿No vas a volver a desaparecer? no entendía por qué lo pregunto pero puedo sentir que lo necesito a mi lado.
Si así lo quieres no volveré a alejarme de ti.
No lo hagas.
Tira de mi mano llevándome hacia su cuerpo, levanta mi mentón y se apodera de mis labios. Todo mi cuerpo se encendía en segundos y esa necesidad que me provocaba vuelve a resurgir, ante la urgencia y el deseo de su beso. Mi boca se abre ligeramente dándole paso a su lengua que entra arrasando mi interior, urgiendo a la mía para que salga a su encuentro. Mi ropa interior se humedece y mi cuerpo se remueve inquieto bajo el incomodo roce de la ropa, como si se tratara de un genio de la lámpara y yo acabara de pedir un deseo comienza a desnudarme muy despacio. Con urgencia se deshace de su ropa y cogiéndome en volandas nos lleva hasta el lago sin apartar sus labios de los míos en ningún momento.
Me siento embriagada, mis pensamientos no son coherentes y solo deseo que no pare. Me hace sentir deseada entre sus brazos y no quería que eso acabase nunca. Me había abierto a él, por primera vez en la vida había puesto en palabras esos años de sufrimiento. Kadem consiguió lo que nadie nunca había logrado, por ello en ese preciso momento supe que sin ser consciente de ello me había enamorado de ese hombre. No era solo el que mi cuerpo reaccionara a sus caricias, a las atenciones que estaba teniendo conmigo, era mucho más.
¿Por qué yo Kadem? —mi voz sonaba entrecortada por el placer con todas las mujeres que hay.
No hay un por que —comienza a besar mi yugular mientras sus manos acarician el interior de mis piernas llegando a mi intimidad que palpita de necesidad por sus roces —fuiste tú desde el momento que te vi allí tendida inconsciente, todo mi cuerpo reaccionó y mi corazón se aceleró.
Sus palabras me embriagan, pero no podía, ¿mo creerle después de todo por lo que había pasado? No iba a ser una tarea fácil pero quería.
Claro que quería confiar en él, en lo que me contaba, la confianza que me mostraba en sus palabras, en su mirada, me empujaban a querer lo que en el fondo de sus ojos prometía.
Kadem, yo no se si —me calla posando sus labios en los míos.
¿Por qué no puedes dejarte llevar? Es simple Arisa —no aparta sus ojos de los míos si te concentraras lo notarias, podrías oír mis pensamientos y sentimientos, estos no mienten y sé que te sorprenderías, podrías confiar y dejarte llevar por lo que estas sintiendo.
No puedo evitar la lucha interna que se ha desatado en mi interior, quiero dejarme llevar pero el miedo a que la historia se repita me echa atrás. Él seguía acariciando mi piel que arde y tiembla en contraste con el agua fría.
Intento concentrarme, liberar ese miedo y tensión par poder acceder a sus pensamientos, como él había dicho ahí podría ver la verdad, ver lo que sentía, si me engañaba me decepcionaría como hicieron todas las personas que tendrían que haberme protegido y cuidado.
Kadem me mira a los ojos una vez más y levanta mi mentón con suavidad para posar sus labios sobre los míos con la cadencia del que quiere demostrar en ese gesto todo lo que siente. Un flash cruza mi mente y fue como si unas enormes puertas se abrieran ante mi mostrándome imágenes que no conseguía reconocer, ya que nada de lo que estaba presenciando me pertenecía, los recuerdos que estaba presenciando eran de Kadem.
Podía verlo cuando era un niño y todo el amor que lo rodeaba, estaba viendo el momento en que se transformó en lobo por primera vez y el orgullo que sentían sus padres. La imagen cambió de golpe, posiblemente habían pasado un par de años y todo estaba oscuro, pero de fondo pude ver como una intensa luz engullía el campamento, estaban siendo atacados y pude ver como lo estaba perdiendo todo, solo unos pocos niños salieron con vida gracias al sacrificio que habían hecho sus padres ocultándolos de sus atacantes. La escena cambió una vez más y pude ver como eran recogidos por una manada que los acogió pero con el tiempo, el trato hacia ellos cambió y los maltratos y desprecios se sucedían con frecuencia. Pude ver como a pesar de que aun eran unos cachorros tomaron la decisión de huir todos juntos y lograr formar su propia manada manteniendo con vida el amor y las enseñanzas de los suyos, de sus padres.
Concentro mis ojos en los suyos y una lágrima cae sin que pueda retenerla; él la recogió con suavidad. Lo habían pasado tan mal y en todo momento siempre confiaron los unos en los otros ayudándose y protegiéndose. Podía sentir lo orgulloso que se sentía de ellos, de los que eran su familia y podíar lo que pensaba de cada uno de ellos.
¿Ves como no es tan difícil? —me está hablando mentalmente y no puedo evitar dar un bote al sentir su voz calmada en mi interior solo has de confiar, no estas sola, nunca permitiré que nada te pase, formas parte de nuestra familia.
Sigo sin entender que es lo que ves en mi —le hablo de la misma forma dejando que una sonrisa asome en mi rostro, él corresponde de la misma forma —¿qué tengo yo de especial?
Todo Arisa, lo tienes todo con calma y cuidado vuelve a pegarse a mi, repartiendo dulces besos por mi rostro eres fuerte, valiente, preciosa...
Me dejo llevar por sus palabras, ¿por qué, no? Me he pasado la vida entera protegiéndome del daño que me causaban las personas que más tendrían que haberme querido y estaba cansada, Kadem me estaba brindando la oportunidad de tener una familia que me apreciaba y quería y el amor, su amor incondicional. Podía sentir como nuestros latidos estaban acompasados, como si latieran gracias al otro, sin ser consciente entre nosotros se estaba creando un lazo que se reforzaba con cada palabra, con cada gesto y me gustaba sentirme así formando parte de algo.
Posa su mano en mi cintura y me atrae una vez más hacia el besándome, acariciándome, continuando donde lo habíamos dejado, encendiendo mi cuerpo con sus mimos y caricias. Me dejo llevar posando mis manos en sus hombros comenzando a acariciar su corto cabello oscuro. Me lleva hasta la orilla para tumbarme y colocarse encima de mi, no deja de mirarme ni un segundo, pendiente de mis gemidos, de mis reacciones buscando mi placer en todo momento. Mi cuerpo se tensa y lo busca en cada caricia, cada beso que reparte por mi cuerpo. Siento como su miembro tenso, erecto, se prepara para invadirme, se aproxima tentando el terreno que ya esta preparado para él. Se introduce despacio invadiendo cada rincón, llenándome por completo, ocupando un vacío en mi interior. Mi cuerpo lo acepta, lo necesita con ansiedad, comienza a moverse muy despacio al principio, acelerando poco a poco. Abro mis ojos que se enganchan a los suyos, esta pendiente de mi, de mis reacciones de placer y sonríe feliz, le correspondo asintiendo a la suplica muda que veo en sus ojos. Sus embestidas se vuelvens certeras, más precisas encendiendo un placer inesperado en mi cuerpo, el fuego me arrasa preparándome para un orgasmo devastador que ya no puedo controlar. Engancha mis labios besándome con urgencia y deseo, él también está al límite pero los dos intentábamos alargar el momento, no queremos que el placer cese y nuestros cuerpos tengan que separarse.
Hazlo Arisa, córrete conmigo.
Su voz fue un susurro cargado de deseo, ante sus palabras no puedo contenerme más y todo explota en mi interior, mi cuerpo tiembla por los espasmos de placer notando como Kadem se derramaba en mi interior. Nuestras respiraciones agitadas no nos permitían hablar, lo miro a los ojos y todo tuvo sentido, todo se aclara en mi mente.
Puedo ver con total claridad que desde este momento nunca más volvería a sentirme sola. Kadem me había entregado todo lo que era y yo le había correspondido del mismo modo.
Sale de mi interior con calma, como si no quisiera, lo mismo que me pasa a mi. Se levanta arrastrándome con él y volvemos al interior del lago donde seguimos acariciándonos. Hablamos de todo intentando conocernos mejor, pero ninguno de los dos quiso hablar de lo que pasaría en unas horas, ni de la preocupación que él sentía por quien me había transformado.