miércoles, 9 de septiembre de 2015

Un solo mordisco


 

Cuarta
parte












Ha sido el mejor día de mi vida, es indiscutible, no tengo palabras para describir lo que siento a su lado, no me arrepiento ni me arrepentiré de haberme lanzado sin red ya que, ahí estaba él esperando para recogerme, para llenarme de besos y caricias, para recomponer los trozos de mi destrozado corazón.
Sé que no va a ser fácil, tener una pareja, una familia cuando siempre he estado sola por mucha gente que me haya rodeado. Al principio sentí que con lo que me había pasado con un solo mordisco esa noche mi vida se había acabado. Por mucho que miraba al final del túnel no podía ver luz alguna y ahora...
Ahora tengo la posibilidad de tener una vida, de ser feliz a su lado. Kadem me ha entregado su corazón sin reservas y aunque es algo que me da mucho miedo, más bien pánico, voy a luchar por hacerlo feliz porque nunca se arrepienta de amarme como lo hace. Veo el vínculo, ese precioso hilo que nos une, que ata lo que sentimos el uno por el otro. ¿Cómo he sido tan tonta de no darme cuenta antes de lo que siento por él? Por mucho que haya luchado ahora soy consciente de que he dejado que el miedo gobernara mi vida. Que el terror formaba parte de mí como un compañero inseparable que no me dejaba ver las cosas con claridad, ahora todo va a ser distinto, quiero luchar por lo que Kadem me ha regalado por seguir siendo feliz.
Su mano acaricia mi brazo, se ha quedado algo adormilado y yo no puedo dejar de mirarlo, de disfrutar de sus facciones, de notar como late su corazón y como se eleva su pecho al respirar. Sé que debo de parecer una loca de esas pero ahora puedo entender en parte lo que les empuja a comportarse de ese modo.
La unión ha sido algo que no esperaba, aunque aún conozco muy poco de este mundo y las preguntas me están comiendo por dentro sé que las contestara a todas. Me siento tan feliz que todavía no termino de creérmelo. Cierro los ojos dejándome llevar por toda la tranquilidad que me rodea.
No sé exactamente cuánto llevo durmiendo pero puedo notar como sigue acariciándome y dejando tiernos besos por mi rostro, es increíble cómo me hace sentir con su manera de tratarme, tan tierno y cariñoso.
Vamos dormilona, ya es hora de regresar —un gruñido escapa de mi boca y los dos nos sorprendemos rompiendo a reír —. Vamos a tener que controlar ese despertar.
Qué esperas... se esta tan bien aquí —.Lo miro a los ojos sin evitar poner morros —¿No podemos escaparnos?
Ya me gustaría mi amor pero hay mucho que hacer.
Puedo notar como se preocupa, el vínculo que hemos creado me deja ver lo que siente, lo preocupado que está porque ya queda nada para que pase por mi primera transformación, y no va a ser nada fácil por lo que he podido ver a través de su mente.
No quiero dejarme llevar por el miedo, no es el mismo miedo que me ha acompañado toda mi vida, es más de esos que te invaden cuando eres consciente de que vas a pasar por algo que no vas a poder controlar. Siempre necesitamos controlar lo que nos rodea, es un defecto del ser humano y lo veo lógico ya que, si controlas lo que te rodea es más fácil controlar lo que sientes; en definitiva controlas tu vida y eso te da una falsa sensación de seguridad.
Nos levantamos y noto como tira de mí pegándome contra su cuerpo e invade mis labios, recorriendo con su lengua mi interior, despertando todo mi cuerpo con ese beso lleno de pasión de amor y lujuria.
¿Esto va a ser siempre así?
Mi voz sale entrecortada mientras mi cuerpo busca contacto con el suyo.
Sera mucho mejor mi vida —.Se separa de mí mirándome a los ojos sonriéndome, o más bien desarmándome por completo —es muy normal, es tu loba que quiere tomar el control, nota el vínculo tirando de ella.
¿Cuándo crees que sucederá?
Lo miro intentando no parecer preocupada, no me gusta sentirme así de vulnerable ante algo que no puedo controlar de ninguna manera. Le sonrío y acaricio su mejilla, se ha puesto serio y no me gusta verlo de este modo.
En pocas horas Arisa —.Mis ojos se abren y mucho, no me lo esperaba —tu piel está ardiendo.
Pero yo pensé que eso era por ti.
Él se ríe.
No niego que tengo parte de culpa, es muy posible que al habernos vinculado se haya acelerado todo, aunque esta noche ya es luna llena.
No me siento preparada pero no me arrepiento de haberme vinculado con él. Paso mis manos por su cuello y me hago con sus labios, pongo todo mi corazón en ese beso. No voy a dejar que se culpe, lo voy a superar y sé que él va a estar a mi lado en cada paso, pero hay algo que me preocupa mucho más que eso. Aún no sabemos nada del lobo que me mordió, y temo el vínculo que me tendría que unir con él.
Recuerdo la cara de todos cuando se dieron cuenta de que no había vínculo alguno que me atara a quien me trasformó y es algo que me ha estado dando vueltas por la cabeza desde ese momento, un nudo de nervios se instala en mi estómago solo de pensar que pueda aparecer reclamándome en algún momento.
Kadem tira de mi mano una vez nos hemos vestido, el cielo ya ha oscurecido y el resto deben de estar preocupándose por nosotros.
Nada más llegar nos están esperando en el patio delantero de la casa. Lo miro nerviosa y una amplia sonrisa cubre su rostro, él está tranquilo y relajado cuando caigo en la cuenta de que son una manada, ya lo saben todo.
Somos, mi amor, somos una manada —dice incluyéndome.
Aun no me acostumbro, me cuesta.
Todos ellos se van acercando, se les veía en la cara que lo aceptaban, que estaban felices por nosotros.
Sin ser muy consciente puedo notar como un montón de brazos me envuelven, me están felicitando, me estoy dejando llevar por ellos, por lo que me están haciendo sentir y no puedo evitar que las lágrimas caigan por mis mejillas descontroladas, está siendo demasiado para mí, no estoy acostumbrada a que las personas que me rodean sean buenas conmigo.
Las manos de Kadem me sujetan con fuerza, ha notado como me siento y como me estoy mareando, ha logrado sujetarme a tiempo de que cayera contra el suelo. Sus labios rozan mi mejilla, dándome fuerzas. Sé que ahora todo va a ser distinto que ya no estoy sola, que no voy a estarlo nunca más pero no está resultando fácil, siempre me ha costado procesar las cosas buenas, me cuesta más enfrentarlas que las malas.
Cuando las aguas vuelven a su cauce puedo notar que Kadem se tensa, sigo su mirada y ahí esta Walk, su hermano, esta serio, incluso puedo decir que le ha molestado nuestra relación. Él no ha venido a felicitarnos, está apoyado en la puerta de la casa con la pierna levantada, apoyada contra el marco y no puedo evitar dar un paso hacia atrás sintiendo odio, una oleada de odio.
El cuerpo de Kadem se cruza en mi visión, el resto de la manada se gira hacia Walk por delante de nosotros dos, protegiéndonos, pero lo que no podía entender era el por qué lo hacían, que era lo que había pasado para acabar en esa situación.
¿Fuiste tú? —.Un rugido escapa de la garganta de Kadem acompañando su pregunta.
No sé por qué preguntas hermanito —.Aunque no me dejan ver lo que pasa puedo notar como la burla cubre sus palabras —lo sabes perfectamente.
No lo entiendo, ¿por qué? —.Noto como comienzo a marearme, me cuesta concentrarme en su conversación —. La dejaste a su suerte, no la reclamaste, no dijiste nada cuando la traje.
Me habíais descubierto, me estabais cercando, no me quedo de otra que huir.
¿Había sido él? Mis latidos golpeaban contra mi sien, cada vez me costaba más respirar.
Mi intención era llevármela, alejarla de vosotros pero me fue imposible, y cuando la vi en tus brazos pude notar el vínculo ya había comenzado a formarse.
Eres un cabrón, sabes lo arriesgado que es, la pusiste en peligro.
Ya no podía prestar atención a lo que decían, caí al suelo, las piernas no me sujetaban. El dolor se había adueñado de todo mi cuerpo y sentía que todo estaba fuera de control, intentaba luchar contra lo que me estaba pasando. Alzo los ojos y encuentro la luna en lo más alto, lo que hizo que sea plenamente consciente de lo que me sucede, me estoy trasformando.
Oigo como un rugido escapa de mi garganta, mi loba lucha por salir, por obtener el control absoluto de mi cuerpo, de mi mente, pero no era el mejor momento. Kadem me necesita, está sufriendo por lo que su hermano me había hecho, veo en su mente que él no deseaba esa vida para mí, tengo que luchar, controlar lo que me está pasando para estar junto a él.
Kadem se gira hacia mi junto al resto de la manada, lo supe ya que puedo notar como intentan ayudarme, pasarme parte de su esencia para que me sea más fácil pasar por el trance y el dolor.
Uno que se va haciendo más intenso, insoportable. Los gritos escapan de mi garganta en carne viva.
Vete —oigo a Kadem gritar —. No haces nada aquí, ella no te necesita, no hay vínculo entre vosotros.
Ella es mía hermano, no voy a dejar que me la quites como todo lo demás.
¿Que estás hablando? —. Mi cuerpo vuelve a tensarse por un latigazo de dolor —nunca te he quitado nada.
Abro los ojos y puedo ver el momento en que Walk se lanza contra Kadem, quiero ponerme en medio pero alguien tira de mí apartándome con brusquedad. Sin poder evitar que mi cuerpo de contra un árbol para caer al suelo de inmediato retorciéndome de dolor.
Cada hueso de mi cuerpo comienza a crujir, estaba transformándome y el dolor no me dejaba reaccionar. Me pongo a cuatro patas, ya estoy casi lista pero el dolor no remite, una inmensa rabia se apodera de mi interior y solo puedo verlo todo rojo.
Kadem le estáis haciendo daño, tienes que parar.
No pude reconocer la voz, solo que era femenina.
No puede trasformase la primera vez de esta forma.
Ya no tengo manos, mis cuatro patas estaban afianzadas en la tierra firme, fría. Era una nueva sensación, todo estaba siendo nuevo, extraño. Mis ojos no dejan de moverse observándolo todo, era como ver el mundo por primera vez, como si lo viera todo desde un sueño hasta que lo busque a él, lo necesitaba a mi lado y no estaba, lo habían apartado de mí a la fuerza.
Me impulso sobre mis cuartos traseros y los esquivo a todos ellos sin rozarlos siquiera, era rápida y ágil, mucho más de lo que había llegado a imaginar. No necesito enfocarlo para saber dónde está, el olor de Kadem era especial y el de Walk...
Algo en mí se revuelve si intento concentrarme en él, me repugna y noto como un odio irracional crece en mi interior, me escucho rugir lanzándome encima de él, por instinto sabía lo que tenía que hacer. Clavo los colmillos en su yugular ya que ninguno de los dos se había trasformado, y tengo que retener una arcada cuando mis caninos se clavan en su carne y la sangre inunda mi boca. No podía distraerme, perder fuerzas por nada o estaría perdida. Necesitaba hacerlo, vengar de alguna manera lo que me había hecho y la afrenta hacia Kadem.
La fuerza de la embestida junto a mis colmillos en su garganta nos llevan a estrellarnos contra un árbol que se parte por la fuerza, puedo oír cómo se rompe su columna vertebral pero también sé que no es suficiente. Lo suelto tirando a un lado un trozo de carne que me había llevado conmigo, la sangre manaba de forma exagerada de su yugular.
Salto hacia atrás para lanzarme al segundo una vez más contra su cuerpo ya maltrecho, no puedo parar, no logro saciar la sed de sangre que se ha apoderado de mí, y con las zarpas comienzo a destrozar su pecho.
Las lecciones de las semanas anteriores habían servido de mucho, mi ataque sorpresa junto a la fuerza de mi loba no le había dado oportunidad ninguna de defenderse, ni siquiera había logrado ponerme una mano encima para defenderse.
¡Basta Arisa! —.La fuerte y potente voz de Kadem resuena en mi mente —ya ha pasado, está muerto.
Freno, me cuesta respirar y mis ojos, los ojos de la loba no apartan la vista del cuerpo sin vida de Walk hasta que percibo un movimiento muy cerca de mí. Lo enfoco pero me cuesta reconocerlo, estoy a la defensiva, no estoy segura de que quieran atacarme, y doy unos pasos hacia atrás hasta topar con el cuerpo sin vida de Walk.
Vamos Arisa necesito que regreses, sé que puedes hacerlo —.Mi olfato se activa y reconozco a Kadem como quien me hablaba pero no entiendo que me estaba diciendo —concéntrate mi amor, tu puedes.
Sus palabras estaban llenas de amor, de paciencia, puedo ver que se va acercando más a mí, despacio, con cautela, como si yo fuera peligrosa; no lo entendía. Me había dejado llevar por la rabia, era consciente de eso y había matado a mi creador, soy muy consciente de lo que he hecho pero lo hice por salvarlo, no podía dejar que él matara a su hermano, no podía dejar que pasara por eso.
Me siento sobre los cuartos traseros sin dejar de mirarlo, el rojo que había envuelto mi visión está desapareciendo y mi respiración se normaliza.
Kadem me sonríe.
Sabes que eres preciosa... tu pelaje es de un gris increíble y brillante, y tus ojos dorados son impresionantes, resplandecen con luz propia.
¿Me estas piropeando? —.Uso el vínculo para hablarle —Yo acabo de matar...a tu… hermano y me estas tirando los tejos.
Me has defendido, no es que me hiciera falta pero es lo que has hecho Arisa.
Yo no podía dejar que pasaras por eso, que...
Lo entiendo mi amor, en serio, pero necesito que te termines de relajar y vuelvas a tu estado normal —Kadem hecho la mano hacia atrás para acto seguido extender una manta cubriéndome con ella —no es bueno que sigas en tu estado animal, no la primera vez, y para ello necesito que te calmes y te concentres, visualiza tu cuerpo humano y volverás a tu estado normal.
¿Y la manta?
No voy a consentir que la manada entera te vea en cueros, eso es algo que solo me pertenece a mí, amor —.Su hermosa sonrisa aparece brillante solo para mí.
Le hago caso, respiro hondo y me relajo. Relego las imágenes de lo que había sucedido en un rincón de mi mente pues si seguía recordándolo no conseguiría tranquilizarme. La energía comienza a concentrase en mi interior, y a mi mente acuden los buenos momentos vividos con Kadem, el día que puse mis ojos en él, esa misma tarde cuando me había hecho el amor varias veces abriéndose a mí, contándome lo que había pasado y como había conseguido formar una familia después de haber perdido a sus padres, a su manada.
Mi cuerpo comienza a volver a la normalidad, todos los huesos regresan a su sitio, y aunque me duele, no era tan intenso como cuando me trasformé. La verdad es que espero que la próxima vez no sea así de doloroso.
No lo será preciosa —.Se acerca a mí con la manta extendida envolviéndome en ella —no al menos con esa intensidad y cuando pase el tiempo, será para ti como respirar.
¿Estás seguro? —.Sé que no me miente, soy consciente de ello ya que estoy en su mente, en su corazón, él nunca me mentiría —No sé si seré capaz de pasar por esto muchas más veces.
Completamente —.Me sonríe y se hace con mis labios.
El fuego vuelve a mi cuerpo en el instante en que se hace con mis labios y su delicioso aroma nos envuelve a ambos, excitando nuestros cuerpos. Un carraspeo interrumpe nuestro momento de intimidad, nos separamos y toda la manada nos está mirando.
Menuda fiera te has buscado Kadem...
Todos ríen ante la ocurrencia del beta de la manada y yo no pude evitar gruñir.
Tranquila Arisa, es un bocazas ya lo conoces, no puede evitar creerse gracioso —Melania una de las lobas, salió en su defensa dándole una colleja.
Fuimos al interior de la casa después de que Kadem, del cual no me había querido separar, y su beta se hizo cargo del cuerpo de Walk. No me pesaba haberlo matado, lo habría hecho tarde o temprano, y si no hubiera sido yo lo habría hecho otro, pero me pesaba no haber podido hacerlo de otra forma. Walk había cambiado mi vida entera con un solo mordisco, sin ser consciente y a través de un acto totalmente egoísta, él me había entregado al amor de mi vida, mi alma gemela y una familia que me aceptaba al igual que yo a ellos.
Kadem me arrastra a su habitación donde hacemos el amor hasta quedar rendidos el uno en brazos del otro, por primera vez en mucho tiempo, duermo tranquila y feliz en brazos de un hombre que me ama.
Fin

2 comentarios:

Tus palabras importan